Quienes me han escuchado en la radio, saben que soy un fanático de Harry Potter. A veces pienso que debe ser una de las grandes obras de la literatura de todos los tiempos. Pero conviene relativizar ese punto de vista. Primero porque no sé mucho de literatura. Y segundo porque una de las razones que me llevan a pensarlo es que disfruté mucho de leerlas con mis hijos. Harry Potter es una hermosa historia de aventuras mágicas pero, además, tiene un contenido político indisimulable: es antioligárquica, comprensiva con los niños más débiles, está en contra de la mano dura y es tolerante con las minorías.
En los últimos años, su talentosa autora, J. K. Rowling protagonizó una discusión muy hiriente a partir de su férrea convicción de que las mujeres trans no son mujeres. Como suele suceder en estos tiempos, el intercambio de opiniones al respecto estuvo rodeado de muchísima crueldad. Rowling se radicalizó cada vez más y fue, también, muy agredida. Los jóvenes actores que protagonizaron la serie se distanciaron de ella, por ejemplo. Hace algunas semanas, cuando la Corte británica estableció que la condición de mujer se debía definir por criterios biológicos, J.K. posteó una foto de sí misma fumando un habano. El periodista Bruno Bimbi, uno de los militantes más destacados en la pelea por el matrimonio gay en la Argentina, escribió: “Harry Potter es una de las obras más maravillosas que existen. Pero su autora se transformó en una persona horrible”.
Para entender esta polémica, es interesantísimo escuchar un podcast que cuenta toda la historia sin sesgarse hacia ninguno de los contendientes. Lamentablemente está en inglés. Tal vez haya una aplicación para quien quiera escucharlo en español. No sé. En todo caso, quien entienda inglés va a pasar un rato interesantísimo y muy estimulante. Entre otro material, incluye un largo reportaje a la protagonista, donde explica todas sus razones.
